Tauro es posiblemente el mejor fundamentado de los doce signos del horóscopo. Su naturaleza terrenal la convierte en la más confiable de todas las constelaciones, nunca cambia, siempre fiel y siempre está ahí para ayudar a los necesitados. Sin embargo, hay un lado más negativo, uno diría que casi siniestro. El Tauro puede ser muy materialista y posesivo tanto con los objetos inanimados como con las personas vivas que lo rodean. Ocasionalmente, esto puede convertirse en una tendencia a no soltarse nunca, una necesidad de 'poseer' para siempre todo y a todos los que consideran que les pertenecen.
Esta característica se enfatiza particularmente con la Luna Nueva en el dominio del signo. Aquí es cuando un Tauro más posesivamente inclinado puede convertir una relación perfectamente estable, tranquila y serena en una verdadera prisión para el otro lado. Son capaces de hacer todo lo posible para asegurarse de que todo esté bajo control y de que su ser querido se comporte correctamente. Tratar de seguir cada uno de sus movimientos y monitorear sus amistades no es nada infrecuente y tampoco lo es el espionaje y las escuchas a escondidas. Si bien no es tan intenso como este comportamiento se manifestaría en un Escorpio, aún puede generar bastante malestar, estrés y, en última instancia, conflicto abierto entre los socios.
Dado que Tauro no es muy propenso a las peleas verbales (y generalmente tiene problemas para expresar sus pensamientos y sentimientos con palabras), la situación puede empeorar aún más, ya que tenderán a reprimir sus sentimientos e incluso guardarán rencor por un período de tiempo indefinido. Al ser un signo de Tierra, Tauro es capaz de recordar minúsculos 'errores' que su ser querido había cometido aparentemente desde siempre. Esto puede (y generalmente lo hace) conducir a tensiones crecientes y una explosión inevitable, o más bien una implosión en el caso del Tauro algo autodestructivo y que mira hacia adentro.
Sin embargo, cada situación, por muy negativa que parezca, nos brinda una lección que debemos aprender. La posesividad rara vez es un buen rasgo y limita en gran medida el espacio de maniobra de la persona con la que estamos tratando en una pareja romántica o cualquier otro tipo de relación interpersonal. A la larga, puede ser extremadamente contraproducente y hacer que nuestros seres queridos comiencen a vernos como una carga y una presencia dominante en sus vidas.
Por eso es importante esforzarse y ser más acogedor y menos restrictivo. Disfruta de la compañía de los que te rodean, de tu pareja, familiares y amigos. Aprecia el aquí y ahora y no te obsesiones demasiado con aquello de lo que no tienes reinado. Mire hacia el futuro, pero no lo agarre con fuerza y espere que todo esté siempre bajo control perfecto. No lo será. Nunca lo hará. Hay alegría en lo aleatorio y suerte en lo arbitrario. Aprenda a aprovechar la fluidez y maleabilidad del mundo tal como es. De hecho, puede ser muy liberador.
Para empezar, vamos a revisar nuestros mazos y encontrar la carta del Hierofante, Cuál es el carta correspondiente en el tarot al signo del zodíaco Tauro. Vamos a usar esto como una especie de significador, para ayudarnos a enfocar nuestros pensamientos en esta luna nueva de Tauro.
Baraja las cartas como de costumbre, dibuja y colócalas como se muestra en la imagen.